Mi misión del día era probar en primera persona el diagnóstico Inner Wellness y un tratamiento facial asociado a los resultados obtenidos. Este diagnóstico, exclusivo en Gema Cabañero y cuya metodología sólo he visto en París, realiza un estudio integral de la salud de la piel en base a su aspecto externo y a las circunstancias internas de cada persona. Para Gema Cabañero, muchas de las cosas que suceden en nuestro interior se reflejan posteriormente en nuestra piel, por lo que antes de determinar qué tratamiento corresponde a cada problema intenta averiguar las causas para poner remedio en la medida de lo posible. De esta manera, logra buscar un tratamiento adecuado para cada tipo de persona con los mejores resultados posibles.
El diagnóstico
Nada más acudir al centro, me recibieron con un completo formulario en el que debía detallar mi historial médico y hábitos de vida. En él hay que ser completamente sincero para garantizar un tratamiento eficaz (por ejemplo, esconder que fumas no va a ayudar en absoluto si lo que buscas es la explicación de por qué te han salido unas arrugas tremendas).Posteriormente, pasé a una salita donde me realizaron un completo examen dividido en tres partes. Este diagnóstico, conocido como "Inner Wellness" (el bienestar desde el interior) es completamente gratuito en la primera cita:
- Análisis de escáner facial: con un escáner específico para rostro pueden analizar cómo funciona la circulación sanguínea, el daño solar de la dermis (manchas presentes, pasadas y futuras), el número de bacterias existentes y el grado de apertura de los poros. Con esta información, se determinan los daños que sufrirá la piel a largo plazo por el sol acumulado, si la higiene facial es correcta y si tenemos un nivel de hidratación adecuado.
- Lectura de la córnea: sí, sí, como lo leéis. Con un aparato la mar de curioso, y gracias a dos fogonazos de luz, se puede medir el nivel de colágeno en la retina, que manifestará el grado de colágeno y cómo se reparte en nuestra piel. Eso sí, aviso para navegantes: las personas con lentillas tendrán que prever llevar un estuchito y la solución salina. Si tenéis cualquier tipo de riesgo ocular (glaucoma, desprendimiento...) es mejor que no os hagáis esta prueba. Yo salí llorando como un cocodrilo...
- Estudio de composición corporal: una especie de báscula con corrientes mide la grasa, la masa muscular y el nivel de agua de cada zona del cuerpo. De esta manera, se estudia dónde se acumula (y dónde se acumulará en caso de engordar) y los motivos.
Lo más curioso de este estudio es que en ciertos casos puede detectar problemas de salud. En el mío, unas manchitas en la zona del labio alertaron a Gema sobre la posibilidad de que tuviera algún problema digestivo, que en mi caso está controlado y diagnosticado. Pero nos dio la pista de por qué tengo la piel seca y a veces sensible: ¡es muy común en personas con problemas digestivos! Lo mejor de todo es que, ante la más mínima duda de un problema interior, envían a la paciente a ver a un especialista.
El tratamiento
Ya teníamos claro que mi piel está bastante seca y cuando hay mucho polen en los alrededores acaba siendo sensible. Y qué queréis que os diga: cada vez que voy a un instituto de belleza salgo con ronchas en la cara (a poco que me rocen la piel en exceso acabo bicolor). Pero en este caso salí sorprendidísima: al aplicarme un protocolo específico para mi piel, salí con una sensación de alivio tremenda (sin tirantez), notando mi piel hidratadísima y sin una sola roncha. ¿El nombre de mi tratamiento? Sensi System
El protocolo fue el siguiente:
- Tras colocarme en la camilla, la terapeuta encendió una luz ambiente para darme un tratamiento de cromoterapia, que es muy beneficioso para la piel. Comenzó con una osmolimpieza (limpieza facial con un agua micelar muy suave para quitar las impurezas).
- Posteriormente, me realizó un ritual de exfoliación fantástico, en el que no noté las tiranteces habituales. Creo que en este punto empecé a quedarme dormida, a pesar de que retiraron algunos comezones de forma manual.
- Con la piel limpia, me aplicó un agua celular y un concentrado celular para ayudar a que mi piel se reconstruya poco a poco. Posteriormente, recibí un masaje energético y equilibrante con aceite, que durante 15 minutos me dejó relajadísima.
- Posteriormente, aplicó una mascarilla nutritiva y calmante. Durante los 15 minutos que debía reposar, me realizó un masaje de brazos fantástico (lo que denota que es un buen centro, en el cual la terapeuta no te deja desatendida mientras hacen efecto los productos), y luego preparó mi piel con una loción desensibilizante.
- Para finalizar, aplicó una crema intensamente hidratante y biomimética, que mis poros absorbieron por arte de magia. Lo curioso del proceso es que no noté ninguna tirantez, ni siquiera tras exfoliarme. Creo que ayudó mucho la aplicación de unas bolas heladas durante dos minutos, ¡tuve una sensación de alivio y relax increíble!
- Finalmente, la terapeuta me ofreció darme unas pequeñas corrientes en el rostro, pero decliné amablemente su oferta porque el sabor metálico que dejan estos tratamientos me resulta demasiado desagradable. No obstante, si a vosotras no os sucede lo mismo, os recomiendo que lo probéis, porque ayuda a que los principios activos penetren al nivel más profundo de la piel.
El resultado y la valoración
Yo ya sabía que Gema Cabañero es una gran profesional, pero este tratamiento me permitió confirmar las buenas críticas que siempre había oído de su centro. En primer lugar, cuidan el trato al cliente hasta el más mínimo detalle: tienen un enorme "bar" con diferentes tés en la recepción, sus colaboradoras y terapeutas son personas muy corteses y educadas, la terapeuta no te deja sola durante el tratamiento aunque aplique una mascarilla, y se preocupa por que la clienta tenga una temperatura corporal agradable. Son pequeños detalles que hacen que un buen centro se convierta en excelente.Además, el diagnóstico en mi caso no pudo ser más acertado. Gema me explicó las consecuencias que mi problema de salud podía tener en mi piel. Os parecerá una tontería, pero saber por qué te pelas como un cocodrilo te permite modificar tu alimentación para que tu cuerpo y tu piel se sientan más confortables.
Finalmente, y tras el tratamiento recibido para mi piel sensible y seca, noté de inmediato que bajó la sensibilidad, se me quitaron las rojeces e hinchazones del polen, y durante unas tres semanas noté la piel jugosa y resplandeciente. Un auténtico lujo.
El precio de este protocolo (diagnóstico+tratamiento) es de, aproximadamente, 100 euros. Teniendo en cuenta el nivel de personalización al que se llega no me parece en absoluto exorbitante.
Y vosotras, ¿conocíais a Gema Cabañero?
Imágenes: Cortesía de Gema Cabañero
Para más info, http://www.gemacabanero.com/inner-wellness/