Esta semana vengo cargada de buenas noticias. Por fin empiezan a llegar a nuestro país algunas de mis marcas favoritas, y en mayo abrió en Madrid la que en París es mi segunda casa en los Champs Elysées.
Por fin ha abierto Guerlain su primera Maison en España. El lugar elegido es el Corte Inglés de Serrano, en Madrid. Un lugar en el que las incondicionales de la marca peregrinamos –literalmente- para disfrutar, en una atmósfera polisensorial, del ritual del perfume (del que tanto sabe esta casa) y a descubrir las últimas novedades de la marca (yo llevo años jurando y perjurando por sus Metéorites).
En Guerlain, la elegancia ha sido siempre fuente de sorpresa y de admiración. Este espacio respeta ese arte de vivir de Guerlain, y parece invitarte a un mundo de fragancias en el que todo es posible. O por lo menos ésa es la sensación que me invade cada vez que entro en su homóloga parisina. El amor por el lujo de los detalles cuidados, la precisión y la amabilidad con la que te aconsejan sobre los productos o el hecho de que sea una Maison abierta para todo el mundo que quiera descubrir la firma son algunos de los motivos que me hacen volver una y otra vez. ¡Y ahora no tendré que hacer un viaje largo para poder conseguirlo!
De esta Maison me encanta una peculiar iniciativa para reivindicar el pasado, recreando cada año una de sus creaciones en serie limitada y numerada que respeta la composición original. Guerlain cuenta con más de 700 perfumes, y este año toca el turno a Sous le Vent (Jacques Guerlain, 1933) y a Vega (Jacques Guerlain, 1936).
Por otra parte, se han propuesto explorar nuevas familias olfativas. Para ello han declinado una nueva gama (L´art et la matière) que actualmente se compone de las fragancias Cuir Beluga, Angélique Noir, Rose Barbare, Bois D´Arménie, Iris Ganache, Cruel Gardenia, Spirituese Double Vainille y Tonka Impériale.
En cualquier caso, y más allá de sus maravillosos perfumes y productos de maquillaje, Guerlain encarna un estilo de vida que es una oda a la sensualidad y al amor por los pequeños detalles. Yo, personalmente, ya me he enamorado de su nuevo rinconcito madrileño.
