Esta semana he recibido una fantástica noticia: ¡por fin se va a comercializar en España una de mis marcas favoritas! Llevo varios años usando los productos de Le Petit Marseillais, y cada vez que voy a París hago acopio de ellos (y sufro porque siempre, siempre, estoy segurísima de que excedo el peso de mi equipaje por llevar tanto champú). Si quieres saber por qué me gusta tanto esta marca, no te pierdas el resto del post...
Le Petit Marseillais ya está en España con toda la sabiduría de la Provenza y los mejores cuidados para el cuerpo y el cabello. Un universo inspirado en el aroma de la región conocida como "el jardín de Francia", cuyas imágenes de campos de lavanda que se extienden hasta el infinito se conjugan con la naturaleza salvaje, los aromas cítricos, los bosques de pinos y los jardines de plantas selváticas.
Y en este mundo tan mágico y bucólico se inicia un viaje hacia el recuerdo de fragancias antiguas con las que nuestras abuelas cuidaban con mimo la ropa. Todos los productos de Le Petit Marseillais se inspiran en la naturaleza, con ingredientes profundamente aromáticos y un "savoir faire" heredado de las tradiciones más ancestrales.
La base de esta gama se remonta a 1981, cuando un periodista de Dijon, Bernard Lengelle, decide dejar su profesión para recuperar una antigua tradición de la región de la Provenza. Gracias a una receta prácticamente olvidada, comenzó a reelaborar el mítico Savon de Marseille (muy similar a nuestro patrio Jabón de Lagarto, pero con un aroma mucho más envolvente) al que bautizó Le Petit Marseillais. Poco a poco, la pastilla de jabón de origen artesanal pasó a venderse en pequeñas farmacias locales y un simple cubo marrón sin embalaje empezaba a crear historia.
Cinco años después de su nacimiento, Le Petit Marseillais daba el gran salto a toda Francia de la mano de los laboratorios Vendome, una pequeña empresa familiar con la que, además, se empezaban a desarrollar geles de ducha y jabones líquidos. La evolución natural de la marca la llevó a crecer en la gama de cuidados para el cabello que completan una familia que con el paso de los años se convirtió en la más querida en el país galo.
Hoy es la marca de referencia en Francia en cuidados para el cuerpo y el cabello. Y no es de extrañar, porque conjuga la calidad de unos productos sencillos y poderosamente aromáticos con un precio auténticamente imbatible.
La colección de lanzamiento de Le Petit Marseillais incluye geles de ducha, champús hidratantes y limpiadores, acondicionadores y mascarillas de cabello suavizantes y nutritivas. Por suerte para mí, incluye algunos de mis productos favoritos, aunque mucho me temo que tendré que esperar para que llegue toda la gama completa:
La colección de lanzamiento de Le Petit Marseillais incluye geles de ducha, champús hidratantes y limpiadores, acondicionadores y mascarillas de cabello suavizantes y nutritivas. Por suerte para mí, incluye algunos de mis productos favoritos, aunque mucho me temo que tendré que esperar para que llegue toda la gama completa:
La semana pasada testé uno de sus geles de ducha nutritivos: el de leche de almendras dulces. Y me ha encantado porque el aroma es suave y delicioso, y además tiene una fórmula que no agrede a mi piel (normalmente muy sensible).
De su gama de cabello he podido probar la línea de leche de karité y miel para pelo seco. Una combinación idónea teniendo en cuenta que la manteca de karité es ideal para reparar los cabellos secos y dañados, y se conoce como un auténtico "árbol de vida" en toda África junto con el árbol de Argán.
Su otro ingrediente, la miel, ha sido utilizado para tratar una gran variedad de enfermedades tópicas durante casi 3.000 años. Conocida por sus características antisépticas y antibacterianas, la miel también proporciona un perfume naturalmente dulce . Es perfecta para cabellos secos porque evita que se quiebren, además de desenredarlos y nutrirlos suavemente.
El acondicionador deja el cabello suave y flexible. Hay que aplicarlo después del champú y dejarlo actuar durante un minuto antes de aclararlo.
El acondicionador deja el cabello suave y flexible. Hay que aplicarlo después del champú y dejarlo actuar durante un minuto antes de aclararlo.
La mascarilla repara el cabello, aporta flexibilidad y lo llena de vitalidad. Hay que aplicarla tras el acondicionador, dejarla actuar durante tres minutos y posteriormente aclararla bien. ¿Queréis saber mi truco mejor guardado? Utilizar una toalla calentada en el microondas durante esos tres minutos para aprovechar al máximo su poder reparador e hidratante. ¡Os sorprenderá!
Y lo mejor de esta gama es que, además de ser eficaz, es muy asequible: la gama de precios oscila entre 2,70 y 4,90 €.
¡Por fin podré volver de París con una nueva marca en la maleta!