Tengo que confesaros que todos los años por estas fechas me entra un agobio terrible con la maldita celulitis. Ya sé que es muy democrática porque nos afecta a casi todas las mujeres, pero cada vez que la miro no puedo evitar desear que se marche. Y si puede ser de forma rápida y sin esfuerzo, mejor que mejor. ¡Al fin y al cabo yo no la he pedido que se instale en mis piernas!
En estos últimos años he probado casi de todo: beber mucha agua (funciona), deporte (por supuesto que algo ayuda), cremitas (el secreto del éxito está en la constancia y en escoger una buena crema, porque por lo menos a mí no todas me funcionan) y exfoliación. Pero este año estoy un poco más perezosa, y entre el trabajo, las joyitas y demás historias no tengo tanto tiempo como para seguir con mi ritual de guerrilla anticelulítica.
Así que cuando me escribieron desde Garnier para mandarme información de su primer Shorty reductor de celulitis no me lo podía creer. ¡Es un sueño hecho realidad! ¿Su lema? Te mueves... ¡y funciona!
