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Mi experiencia en la Clínica Francesa Dray: lifting japonés

11/6/14



Hace unos cinco años conocí en París una nueva disciplina que ha ido causando furor en los centros de belleza: el masaje ko-bi-do o lifting japonés. Esta técnica combina digitopresión con técnicas de shiatsu para conseguir una penetración profunda de los principios activos empleados, además de conseguir un efecto inmediato antiedad tras realizar un masaje muy intenso.

Por fin he encontrado un sitio en Madrid donde realizan esta terapia con gran profesionalidad y mostrando profundos conocimientos de la técnica, más allá de sus beneficios estéticos. Este centro es la Clínica Francesa Dray, y no puedo dejar de recomendaros su lifting japonés.



¿Qué prometen?


Al combinar diferentes disciplinas como el shiatsu, la reflexología facial y el drenaje linfático, se trata de lograr un masaje profundo que modela las facciones, levanta los rasgos y otorga densidad a los tejidos permitiendo que la piel del rostro adquiera mayor luminosidad, esplendor y vitalidad. Otros beneficios son:

-          Elevación natural de la musculatura
-          Atenuación de las arrugas y líneas de expresión
-          Estimulación del colágeno y la elastina
-          Oxigenación de los tejidos
-          Tonificación muscular
-          Desbloqueo de las contracturas faciales
-          Activa la circulación sanguínea
 

¿Qué he vivido?

Por naturaleza soy bastante escéptica con todas las personas que dicen ser grandes maestros de terapias orientales. Por desgracia, me he encontrado con gente que te hace "cuatro pases mágicos" y te trata de vender un conocimiento que no tienen sobre este tipo de medicina.

Por suerte, la profesional que me atendió en el Centro demostró desde un primer momento un profundo conocimiento de la materia, y me explicó que durante la terapia era posible que mi cuerpo reaccionase de alguna manera extraña debido al componente de reflexología del masaje (lo más normal es tener movimientos involuntarios o dolor de cabeza, que cesan en la fase de relajación). Además, al ser un masaje de elevada intensidad, insistió en que fuera diciéndole si sentía dolor para poder modular la presión que ejercía (cosa que os recomiendo porque es un masaje profundo de verdad, y ciertos puntos pueden molestar dependiendo de los bloqueos de cada persona).