Parece que uno de los secretos mejor guardados por las mujeres es la caída del cabello. Mientras que en los hombres supone un hecho que se toma con resignación y bastante jocosidad ("¡pues me rapo la cabeza y ya está!"), en el caso de las mujeres supone un tema tabú. Yo no sé vosotras, pero normalmente con mis amigas no hablo con total naturalidad sobre las épocas en las que el pelo se me cae literalmente a puñados.
Hace unos meses acudí a la presentación de un producto que está revolucionando el mundo de los anticaídas capilares:
Viviscal. Aunque cuenta con una gama muy extensa, su producto más conocido son las pastillas anticaída en sus dos versiones (para él y para ella). Concebidas como productos de nutricosmética, sus principios activos incluyen:
- Aminomar C: un complejo de extractos marinos que aporta las proteínas esenciales para nutrir el cabello débil y promover su crecimiento. Eso sí, precisamente por contener este complejo se desaconseja su utilización en personas alérgicas a crustáceos o a cualquier otro animal marino.
- Extracto de cola de caballo: incrementa la fortaleza y revitaliza.
- Vitamina C: obtenida de la Acerola.
Para conseguir un auténtico tratamiento de choque, se recomienda tomar dos pastillas al día durante 6 meses. De esta manera se nutren los folículos (donde nace el cabello) en una primera etapa. En una segunda etapa, se fortalecen y promueven el crecimiento capilar, especialmente en las zonas donde se ha ralentizado o detenido. Y en una tercera etapa, se vuelve el pelo más sano, fuerte y brillante.
Hemos hecho el test del producto tomando durante un mes dos pastillas diarias. El efecto más visible, a partir de un mes, es el crecimiento de "pelillos nuevos". Y, a partir de la segunda semana, los efectos que notamos fueron un incremento espectacular del cabello. Parecía tener más vida, y se caía mucho menos.
Viviscal tiene además dos productos maravillosos para combinar con su sistema anticaída: un champú y un acondicionador sin sulfatos, que propician un cuero cabelludo sano donde puede crecer y desarrollarse el cabello de manera más sana y eficiente.
El
champú suave limpia e hidrata el cabello de forma muy delicada. Con un 99% de ingredientes naturales y sin sulfatos, es ideal para personas con el cabello frágil, quebradizo y delicado, y cueros cabelludos muy sibaritas. Al aplicarlo apenas hace espuma, pero limpia el cabello de forma intensiva y exfolia el cuero cabelludo con un extracto multifrutas.
El
acondicionador fortalece y nutre en su justa medida y sin apelmazar el cabello. Tiene un 96% de ingredientes naturales, entre los que destacan el aceite de argán y el de avellanas.
Ambas formulaciones, en sus envases de 200 ml,
cuestan 14,95 euros. Y yo todavía estoy muy asombrada de lo bien que limpian (el cabello me dura impecable mucho más tiempo) y lo poco agresivos que son con el cuero cabelludo.
La imagen de Viviscal es la fantástica
Mabel Lozano, que tras sufrir una caída capilar masiva consecuencia del estrés declara que no puede vivir sin este ritual de belleza. Fijaos en sus fotos, ¿a que tiene una melena preciosa?
Y vosotras, ¿habéis probado algún producto de nutricosmética capilar?
Imágenes cortesía de Viviscal
Para más info, www.viviscal.es