Además de ser una de las primeras firmas en lanzar una laca de uñas, consiguió meterse en el bolsillo a todas las mujeres en los años ´20 creando una mujer imaginaria, llamada Babette, que ilustraba el concepto Bourjois: una mujer moderna, chic, con el pelo a lo garçon y con mucha vitalidad y alegría.
Así que no es de extrañar que para celebrar estos 150 años de existencia, Bourjois lance al mercado unas ediciones limitadas de dos de sus productos estrella: las lacas de uñas y las famosas cajitas redondas, que esconden maravillosas texturas en polvo multifuncionales (sirven para maquillar ojos y pómulos indistintamente, tanto en seco como en mojado... ¡una maravilla!)
Las lacas de uñas, en edición mini, representan diferentes momentos icónicos de la firma. A mí, personalmente, me han enamorado las ediciones de 1928 y 2013. Me resulta curioso pensar que utilizo la misma firma de maquillaje que mi bisabuela, que tuvo la suerte de vivir en París durante los felices años 20 :)
Y en lo referente a sus preciosas cajitas redondas, Bourjois ha lanzado una edición limitada con ilustraciones de los monumentos más icónicos de París. ¡Yo no sé con cuál quedarme!
Y vosotras, ¿usáis alguna marca de belleza que ya conocieran vuestras bisabuelas? :)
