Muchas de vosotras sabéis que me pierde la cosmética nicho, por lo que no os extrañará que hable bastante en el blog de una preciosa tienda de marcas nicho llamada Le Secret Du Marais. En este establecimiento se conjuga la modernidad con la tradición perfumista francesa, los grandes clásicos de la cosmética con los creadores más innovadores. Gracias a Le Secret du Marais pudimos probar en España los fantásticos labiales de Ellis Faas, con una gama de rojos que es de lo mejorcito que se puede encontrar en el mercado. Y hace poco nos dieron la noticia de que iban a distribuir en España Amyris, la última creación del magnífico perfumista Francis Kurkdjian. Tuve la ocasión de entrevistarle y hablar con él de su proceso creativo, de su impresionante trayectoria personal y profesional, y sus grandes éxitos.
Aunque su nombre a priori no os suene, ¿qué sucede si os digo que es el creador del famosísimo perfume Le Male, de Jean Paul Gaultier?
Francis Kurkdjian es una personalidad muy importante en el mundo de la perfumería; ha sido distinguido con numerosos premios, como el Premio del Perfumista François Coty en 2001, ha sido laureado con el Oscar Cosmético Magazine del mejor Perfumista del Año en 2008 y además ha sido nombrado Caballero de las Artes y las Letras en Francia en 2008.
Lo que más destaca de Francis es su manera de contar un perfume: imagina una sensación, una imagen, y cada una de sus creaciones narra una historia. Con una educación artística muy temprana, confiesa haberse decantado por la perfumería "a los 14 años, cuando todos los niños en Francia tienen que decidir hacia dónde quieren orientar su educación". Tras una educación en los establecimientos franceses más exquisitos en la materia, trabajó para grandes casas cosméticas. Es en esta época cuando concibió el archifamoso Le Male de Jean Paul Gaultier. Y esta tendencia contrasta con su movimiento posterior; actualmente, trabaja en su propia Maison de perfumes concibiendo pequeñas joyas y hasta restaurando aromas del pasado. ¿Uno de sus proyectos más apasionantes? Recrear uno de los perfumes que podría haber utilizado María Antonieta, que posteriormente se vendió en ediciones muy limitadas en el palacio de Versailles.
Pero lo que parece una ruptura con lo masivo realmente no lo es. Francis Kurkdjian podría definirse como un enfant terrible de la perfumería nicho. Al preguntarle si sus nuevos proyectos surgen como una reacción frente a los perfumes dedicados al gran público y, por lo tanto, producidos en masa, su respuesta es contundente: "no, creo que hay actualmente espacio para todo", dice. Y para reafirmarse, ejemplifica sus ideas en la figura de Penélope Cruz: "por ponerte un ejemplo actual, soy como Penélope [Cruz]. Tan pronto hace papeles en películas destinadas al gran público como filmes más intimistas; tan pronto es chica Almodóvar y hace papeles de todos los estratos sociales como una diva de Hollywood. ¡Hay que saber adaptarse a cada momento!".
Y es que Francis cree en que hay que recuperar el pasado de la perfumería y los siglos de tradición añadiendo un toque de modernidad. "Si la tradición no se adapta a los tiempos y no se moderniza, es como si se perdiera. El conocimiento no puede permanecer inmutable". Por ello, se declara un ferviente admirador de todos los aromas posibles, mezclando en sus creaciones desde delicadísimas notas obtenidas con flores naturales hasta moléculas de síntesis.
En definitiva, Francis Kurkdjian se ha convertido en un compositor de perfumes. Por asociación de ideas. Por aptitud para absorber su época. Por el deseo de contar bellas historias. Por curiosidad por los encuentros y todas las materias primas. Por el placer de dar placer. Por el gusto por el riesgo, antídoto del aburrimiento. Y por eso, su última creación ha tardado nada más y nada menos que dos años en nacer, desde que se concibió la idea hasta que se ha condensado en un objeto material.
Amyris es una fragancia cuya mente está en Jamaica y su corazón en Florencia, entre el resplandor del sol y las vibraciones terrestres. Un encuentro entre el delicado rizoma de Iris florentino y la resina de los árboles jamaicanos, dos sustancias preciosas que hablan de flores, bosques y atardeceres eternos.
En sus dos versiones – femenina y masculina – Amyris vibra instantáneamente sin agotar la llama. Su centro de pulsación gira en torno a dos planetas que se galvanizan el uno con el otro: Amyris e Iris. El árbol nace bajo el sol de Jamaica y la flor florentina más sutil del mundo, creando juntos su incandescencia.
¿Y de dónde viene el nombre? Amyris es un pequeño árbol cuyo nombre griego, amaron, significa “intensamente perfumado”. Su resina ofrece un aroma muy luminoso, untuoso, suave, empolvado y granulado de color amarillo anaranjado, acorde con la imagen que quiere transmitir el perfume.
Si os ha gustado este pequeño reportaje del universo Kurkdjian, os recomiendo que visitéis Le Secret du Marais, un rincón muy parisino situado en la calle Hortaleza 75 o su página web, www.lesecretdumarais.com
Amyris femme, Eau de parfum, vaporizador natural: 70 ml - 115 euros
Amyris homme, Eau de toilette, vaporizador natural: 70 ml - 105 euros
http://www.franciskurkdjian.com/