Seguro que los habrás visto en la tele o en las revistas: los Garra Rufa son unos simpáticos pececitos negros que tradicionalmente se han empleado para tratar los casos más graves de psoriasis. Pero la ictioterapia (tratamiento con peces) también tiene unos curiosos usos cosméticos, y en Mi Calle de Nueva York los utilizan para hacer la pedicura. ¿Peces esteticistas? Más bien un completo y placentero tratamiento para tu "operación sandalias".
Quienes lo han probado admiten que su primera reacción es un "¡Ay!". El cosquilleo te invade, pero luego, pasados los primeros segundos se convierte en un auténtico placer que se traslada pasados los primeros veinte minutos en una adicción. Se trata de un "vicio" tremendamente estimulante y placentero que se ha convertido en uno de los tratamientos más innovadores para los pies en nuestro país.
Garra Rufa, así se llaman estos diminutos anfibios, protagonistas indiscutibles de este tratamiento, que nada más sumergir los pies en la pecera en donde habitan, se acercan sin miedo, te besan, te acarician y te succionan suavemente proporcionando un micro masaje muy placentero que se convierte en una fuente de energía para todo tu cuerpo.
Estos pequeños seres vivos, que habitan en las cuencas de los ríos de Turquía, fueron descubiertos hace décadas por sus propiedades curativas. Su cometido consiste en eliminar las pieles muertas de nuestro cuerpo. Con el cuidado necesario, mimo, esmero e higiene en unas peceras especiales, estos anfibios pueden vivir hasta cinco años fuera de su hábitat natural.
Mi Calle de Nueva York es el único centro de Madrid que ofrece este tratamiento. Además, propone un masaje añadido durante la inmersión de los pies en la pecera. El masaje es realizado por la espalda, cabeza, brazos y manos, lo que incrementa la sensación placentera y de relax mientras dura todo el tratamiento con los Garra Rufa.
La Ictioterapia, que así es como se llama el tratamiento con peces, está recomendada para aquellas personas que padecen psoriasis, pero también mejora la calidad de vida de aquellas que padecen los trastornos específicos como insomnio, piernas cansadas o depresión.
Como en todos los tratamientos se requieren constancia. Una vez a la semana, con una duración de 30 minutos y tras cuatro sesiones, se consigue suavizar la piel de nuestros pies de una forma espectacular. ¡Una forma muy divertida de cuidarte y ponerte a punto para este verano!
Tratarte con estos simpáticos esteticistas cuesta 38 euros por 30 minutos, y la pedicura adicional añadida al tratamiento con los Garra Rufa otros 15 euros.
