Parece una tontería, pero si un buen maquillaje se basa en llevar unas pestañas bonitas y naturales con un rímel que no deje pegotes ni sea demasiado evidente... ¿por qué no utilizar extensiones de pestañas?
Eso mismo se han planteado en un centro en Majadahonda, Mawa Medicina Estética, donde realizan extensiones de pestañas para conseguir una mirada de infarto sin tener que ser una esclava del rímel y de los productos desmaquillantes.
Según la Doctora Rey, directora de la clínica, las extensiones "favorecen indirectamente la salud de las pestañas, ya que éstas no se fuerzan con la utilización de maquillajes y componentes desmaquillantes".
El proceso, que es muy minucioso, se lleva a cabo en diez pasos:
1-Limpieza a fondo de las pestañas, utilizando productos de alta calidad.
2-Peinado de sus puntas con un cepillo o peine especial, a fin de colocarlas en posición
recta.
3-Selección del tamaño adecuado de las pestañas.
4-Mezcla de pestañas de diferentes tamaños para obtener un efecto completamente
natural.
5-Separación de las pestañas para determinar en cuáles se llevará a cabo la extensión.
6-Preparación de las pestañas (con una pinza especial se toman y se pone pegamento
también en su base).
7-Colocación (al lado o en la parte superior de la propia, sin tocar la piel).
8-Secado.
9-Soldado: se pasa un pincel impregnado en silicona negra sobre la unión de las
pestañas con las extensiones, para “soldarlas”.
10- Y voilà! Una mirada de infarto con un resultado súper natural y de larga duración. Se recomienda no mojar las extensiones en las 48 horas siguientes al tratamiento, ni frotar los ojos, ni aplicar maquillaje.
¿Lo malo de este método? Que decirle adiós al rímel te costará, aproximadamente, 300 euros...
