Mientras que para algunos lo femenino se conjuga en las notas de un perfume, el diseñador japonés Issey Miyake lo define a través de un concepto.
Miyake realizó sus primeras incursiones en el mundo de la perfumería en 1992 con la fragancia L´Eau d´Issey, que supuso una auténtica revolución y creó una nueva clasificación olfativa: los perfumes acuáticos. L´Eau d´Issey reproducía el aroma de una gota de agua sobre la piel de una mujer. Y bien es cierto que lo consiguieron, puesto que hoy en día es una de las fragancias más vendidas del mundo (a lo que yo, por supuesto, he contribuido).
Este aroma supuso una ruptura con las modas de la época, apostando por un aroma puro e intemporal que concentrase la visión del prolífico diseñador sobre el mundo femenino. Y lo que Miyake propuso desde entonces fue una nueva visión de la feminidad, en la cual no había artificios.
Con ese mismo espíritu, Miyake vuelve a sorprendernos con su nueva fragancia femenina: L’Eau d’Issey Florale. Al ser una reinterpretación de la clásica Eau d´Issey, es distinta a otras fragancias disponibles en el mercado, y huele –literalmente- a un botón de rosa en plena floración. Es un aroma que, personalmente, me resulta delicado, dulce, sensual, limpio y puro. Además, su fijación es excepcional y dura horas mientras evoluciona al contacto con la piel.
Siguiendo su tendencia minimalista, el diseñador japonés la describe con dos palabras: elegancia y simplicidad. Sin embargo, esta sencillez se construye con una pirámide olfativa muy estudiada por Alberto Morillas, el nariz español que ha creado la fragancia.
La pirámide olfativa incluye el perfume natural de una rosa que parece estar a punto de florecer, y se combina con lirio blanco –que aporta frescura a la fragancia- y flores de azahar, que parece otorgar un cuerpo luminoso y chispeante a L´Eau d´Issey Florale. El juego de contrastes viene dado por las notas de mandarina y de madera blanca, que ponen el contrapunto perfecto a la dulzura de la rosa.
L´Eau d´Issey Florale ya se encuentra disponible en los puntos de venta habituales de la marca.