No es que esta semana me haya levantado especialmente bíblica, sino que después de recibir las críticas que me han enviado sobre el eau de toilette de la famosa manzana (Be Delicious de DKNY) no puedo dejar de pensar en el símil del anuncio. Una mujer fuerte, tentadora y muy segura de sí misma… que da un mordisco a una manzana y se siente orgullosa de ello.
Dicen que los perfumes tienen fuertes poderes para evocar situaciones y recuerdos. Y no puedo dejar de estar de acuerdo con esta reflexión. He detestado durante años el olor de la lavanda porque me recordaba a una profesora especialmente dura que tuve de pequeña (seguro que no era para tanto, pero con seis años el mundo parece muy grande), y siempre que huelo una determinada fragancia me relajo y me siento mucho mejor.
Me parece muy curioso que las tres personas que han probado la fragancia me hayan dicho que inmediatamente se sentían mejor. Son chicas súper valiosas, pero que en algún momento han pasado una mala racha, y que con esta crisis generalizada están un poco alicaídas. Lo sorprendente del asunto es que las tres, después de llevarla a diario durante dos semanas, empiezan a parecerse a la chica del anuncio: fuertes y orgullosas de tomar sus propias decisiones. Y sobre todo encantadas de encontrar una fragancia que las haga sentirse mejor, y que aunque el jefe grite o la empresa vaya mal pueden cerrar los ojos, olerla y evadirse. E incluso me han dicho que les ha venido bien para superar el bajón del cambio del tiempo.
Lo curioso es que yo siempre he pensado que es una fragancia adecuada para el verano. Me parece lo suficientemente chispeante y con un punto de picardía para poner un toque especial a una noche de verano. Pero, bien pensado, ¡en invierno puede ayudar un montón a poner un toque de luz en los días grises!
¿La conclusión? ¡Poned una manzana en vuestra vida!
Y tú, ¿tienes algún perfume que en algún momento te haya ayudado a remontar la moral? ¡Nos interesa mucho tu opinión!
