Parece que el recién estrenado mes de junio nos trae unas temperaturas cada vez más elevadas, y como todos los años tenemos que plantearnos muy bien cómo afrontar los peligros del sol sin dejar de disfrutar de nuestra vida al aire libre y de un merecidísimo descanso, ya sea en la playa, en la montaña o en la ciudad.
Tengo que confesaros que las cremas solares me ponen un poco nerviosa. Como soy una persona con muchos lunares, estoy abonada al factor 30 y 50 todo el año, y aunque tengo el hábito de llevar fotoprotectores en el rostro a diario el momento de embadurnarme el cuerpo me cuesta un poco más. A veces las cremas son un auténtico potingue, y siempre acabo saliendo a la calle con rayas blancas. Por eso, en esta ocasión he querido testar cuatro nuevas fórmulas que van a relegar a las cremas solares tradicionales al fondo del armario.
Este año hay cuatro marcas que han conquistado mi corazoncito con unas formulaciones súper fáciles de aplicar y mucho más agradables que el formato crema: Clarins, Avène, Uriage y Garnier no van a faltar en mi kit de verano.
El Spray Solar de Clarins con SPF 30 es todo un descubrimiento para cuerpo y cabello. Sí, sí, ¡el cuero cabelludo también se quema! Y esta fórmula evita el engorro de ponerse crema en una zona tan visible, porque nada más aplicarlo desaparece sin dejar residuos grasos.
Con protección UVA y UVB está enriquecido con extractos de plantas nutritivas, hidratantes y calmantes (como el aloe vera, el plátano o el aceite ecológico de almendra). Personalmente he probado el producto en condiciones extremas (sol tropical) y puedo deciros que cumple sus promesas: se extiende de forma mucho más sencilla que una crema, evita el efecto "ardor superficial" de la piel cuando está expuesta a sol y temperaturas bastante altas, y ha sido mi gran aliado para evitar que me queme la raya del pelo. Puesto que estuve en una zona tropical, combiné la aplicación de un SPF 50 por la mañanacon reaplicaciones de este aceite a lo largo del día, y lo cierto es que no me quemé en ningún momento. Además, su olor es más que irresistible. ¡Un 10! 29,50 euros / 200 ml.
Bariésun de Uriage ha ampliado su línea de productos con dos aceites secos SPF 30 y SPF 50. Para mí es un gran avance conseguir una protección tan alta en una fórmula tan compleja como es el aceite, y decidí testarlo en condiciones también extremas: una de mis panelistas de piel ultra-sensible y casi refulgente por lo blanquita que es se llevó el producto a la playa... ¡y funcionó! Por mi parte, también lo he estado testando durante una semana y he comprobado que su fórmula no agrede para nada mi piel seca, ya que cuenta con agua termal de Uriage en su formulación y está libre de alcohol. Además, protege de radiaciones UVA y UVB y es waterproof. Me parece que es ideal para mantener los primeros contactos con el sol y proteger las pieles con mayor tendencia a manchas y lunares. 16,50 euros / 200 ml.
Avène, otra de mis marcas favoritas, ha lanzado como novedad su aceite solar SPF 30, de textura ligera y formulación realizada para mimar las pieles más sensibles (no contiene alcohol ni los clásicos parabenos, siliconas u octocrilenos, responsables de las alergias a ciertas cremas de protección solar). Este producto me ha gustado especialmente por el mimo con el que se ha realizado su formulación. Incluye un antioxidante 8 veces más eficaz que la vitamina E, cuenta con 3 barreras de protección frente al UVA, UVB e IR, y además sigue el principio KISS (Keep It Simple Stupid!); es decir, que con sólo cuatro filtros, consigue la máxima eficacia en fotoprotección. Así no se agrede la piel innecesariamente.
Esta fórmula me ha gustado especialmente porque se trata de un fotoprotector fotoestable (es decir, que siempre protege de la misma manera independientemente de las condiciones externas, y al cabo de dos horas sigue teniendo la misma protección sin evaporarse). Además, tiene un toque seco muy conseguido y se absorbe muy rápidamente. Y por supuesto está formulado con el agua termal de Avène, con máxima tolerancia para todo tipo de pieles. 20,85 euros / 200 ml.
Finalmente, Delial de Garnier ha lanzado otro invento que nos soluciona la vida a quienes no queremos pringarnos en la playa con la dichosa cremita: una bruma seca de alta protección UVA/UVB, sin alcohol y con protección resistente al agua.
Esta fórmula de efecto seco y no pegajoso permite ir a la playa sin acabar cubierta de arena de la cabeza a los pies, y como se funde inmediatamente con la piel parece que no te hayas puesto nada. El aplicador es multi-direccional, y permite cubrir todo el cuerpo en un tiempo récord. Además, en el momento de la aplicación la textura es visible para saber dónde has aplicado el producto, pero después se funde con tu tono de piel.
La bruma seca existe en tres tipos de protección: FPS 20 (12,90 euros), FPS 30 (13,50 euros) y FPS 50 (13,95 euros).
Los laboratorios Pierre Fabre (a quienes pertenece Avène) lanzan todos los años su campaña de prevención del cáncer cutáneo "Salud y Sol", y recuerdan que la prevención de esta dolencia es muy sencilla: debemos protegernos todo el año con un producto adecuado a nuestro tipo de piel, se debe acudir al dermatólogo una vez al año y vigilar cualquier cambio de tamaño de los lunares o manchas, y por supuesto no hay que desdeñar el poder protector de la sombra y los gorros. ¡Nuestra salud está en juego!
¡Con todas estas ideas no tenéis excusa para ir desprotegidas por la calle!