Este producto no es nuevo; nació en 1996 de la mano de Mathilde Thomas (creadora de Caudalie) y el Doctor Hertzog, conocido por sus tratamientos de mesoterapia. La fórmula está inspirada directamente en el Agua de la Reina de Hungría, el elixir que utilizaba la Reina Isabel del país homónimo en el siglo XVII y que tenía, entre sus ingredientes, extractos de geranio español.
El Agua de Belleza de Caudalie actúa a caballo entre un sérum y un tónico. Entre sus ingredientes, con un elevadísimo porcentaje natural, se encuentra el benjuí de siam para calmar la piel, además de la mirra para regenerar, y una cohorte de aceites esenciales purificantes (romero), calmantes (melisa), estimulantes (menta piperita), suavizantes (azahar), y nutritivos (pulpa de uva).
Esta bruma actúa con una doble función; por una parte, su acción aromaterapéutica proporciona un bienestar inmediato a nivel mental (en mi opinión, es ideal para llevar en el bolso y utilizarlo a discreción en la oficina; con una pequeña aplicación me consigue relajar, calmar y llenar de optimismo). Por otra, sus ingredientes activos calman la piel, la hidratan y la ofrecen un respiro en ambientes muy contaminados. Además, es un complemento indispensable para fijar el maquillaje.
Lo que caracteriza a este producto es que es absolutamente multiusos. Yo lo he probado antes de maquillarme sobre la piel limpia para aportar resplandor, después de maquillarme para fijarlo, y lo he vaporizado durante el día para cerrar los poros y dar un toque de frescura. Eso sí, es importante pulverizar el producto a 15 cm del rostro y cerrar bien los ojos para que los aceites esenciales no los irriten.
Y os preguntaréis, ¿tanto merece la pena? Yo creo que sí. Bueno, yo y los millones de consumidoras que confian en ella, porque cada hora se venden 16 frascos desde el momento de su creación (hace casi 18 años). Victoria Beckham y Olivia Palermo son sólo dos nombres entre los miles de estilistas, celebrities, modelos y consumidoras que confían en esta Agua de Belleza.
No me extraña que este producto quiera vestir su mayoría de edad con una edición tan especial. Por 35 euros, es toda una obra de arte visual y sensorial.