Hasta hace poco tiempo, cuando me hablaban de técnicas asiáticas de estimulación energética, sólo se me ocurría pensar en el reiki y en el shiatsu. Pero recientemente he conocido una nueva terapia que, además de aportar beneficios a nivel mental y corporal, se utiliza también para potenciar ciertos tratamientos de belleza. La técnica se conoce como moxitoterapia, y estoy segura de que en unos meses se va a oír hablar mucho sobre ella. Tanto es así que Mirache ha incluido recientemente esta técnica milenaria como parte de su selecta carta de tratamientos.
La moxitoterapia es una terapia japonesa de estimulación mediante calor que agrupa los principios de cauterización por calor o moxibustión y que se combina con técnicas de masaje y de presión sobre los puntos energéticos del cuerpo humano. Esta técnica se realiza como sesión única para tratar dolores, gestionar los canales energéticos o tratar problemas concretos, o como sesión complementaria a los tratamientos faciales y corporales.
Tuve la suerte de probar esta última técnica en la que, al finalizar el tratamiento facial o corporal en cuestión, se utiliza una varilla de incienso encapsulada en un bolígrafo de acero con orificios que desprenden calor y las esencias de las hierbas aromáticas que componen la moxa.
Cada varilla está elaborada manualmente por ancianas japonesas con 12 plantas milenarias como el pino, que es estimulador; la equinácea, que potencia el sistema inmunológico; el níspero japonés, el olivo, la artemisa y la pasiflora entre otras. Cada planta, hierba o árbol tiene propiedades calóricas y radiaciones diferentes sobre el cuerpo humano. Este calor, combinado con la terapia de presión digital y la del masaje, es una terapia completa y sencilla que sintetiza las ventajas de varias terapias orientales, por lo que tiene fines terapéuticos a la vez que estéticos.
He de confesaros que se experimenta una sensación muy curiosa. Tras realizar el tratamiento facial con los productos de Secretos del Agua (que utilizan moléculas inteligentes de agua), la terapeuta utiliza la varilla para permitir que los activos penetren en la piel, relajando además la musculatura del rostro. La sesión empieza a nivel del plexo solar, en el centro del pecho, que es la zona donde se concentra la energía y se pasa la varilla de incienso por toda esta zona. A continuación se va subiendo poco a poco pasando por la zona de los senos, los trapecios, el cuello, la zona del tiroides, la garganta y la cabeza. En la zona de la cabeza se empieza por la barbilla y también se va subiendo, por detrás de las orejas y dentro de los oídos, la nariz, el contorno de los ojos, la frente, etc. hasta terminar en la parte superior de la cabeza.
La sensación es muy agradable, y aunque en un primer momento puede resultar sorprendente notar cómo una varita caliente te recorre el rostro, el resultado final es espectacular. A simple vista la piel queda más suave y más jugosa, y los rasgos del rostro quedan totalmente relajados (al igual que el resto del cuerpo, os lo puedo asegurar).
En los tratamientos corporales, una vez finalizado el tratamiento correspondiente, la moxitoterapia se trabaja desde la planta del pie hasta la parte superior de la cabeza, deteniéndose en cada zona energética y pasando la varilla aplicadora lentamente. Es una técnica perfecta para eliminar los dolores de la musculatura gracias al calor que desprende la varilla y a las plantas milenarias. También es un tratamiento fantástico para mejorar la retención de líquidos y para reafirmar la piel.
¿Lo mejor de todo? Que un tratamiento corporal o facial con moxitoterapia tiene un precio súper asequible y los beneficios visibles se notan durante unas dos semanas.
PVP. Tratamiento Facial o Corporal + moxitoterapia: 60 €
Para más información: http://www.mirache.es/ y 91 507 93 84.